Por Javier Aguirre
Los muertos vivos devoradores de cerebros, se sabe, no tienen demasiado apego por la vida. No sólo por el de las personas –a las que intentan ingerir sin cocción, cual sushi de homo sapiens– sino tampoco por su propia existencia, por no llamarla vida. Será por eso que los zombies sesófagos de la serie The Walking Dead (martes a las 22, por Fox, a dos semanas de terminar su segunda temporada) caen como moscas. Allí los cadáveres caminantes han dominado el mundo y sólo sobreviven unos cuantos ciudadanos, que capítulo a capítulo construyen un catálogo de cómo liquidar muertos vivos: puñal en la frente, picahielos en el paladar, bate de béisbol en las cervicales, brochette triple-carne-zombie con un solo balazo, flecha en el ojo, hacha en el parietal, puntazo en la glotis, o el clásico y –en comparación– casi refinado tiro en el cráneo.
Es que el mejor recurso de combate de los zombies, en su guerra por la ingestión de carne humana, es precisamente el cuantitativo: son muchísimos, y parece que no les preocupa nada tener pasmosas bajas en sus filas. Más o menos como les pasaba a las cucarachas espaciales que caían como moscas –espaciales– mientras invadían la Tierra y destruían Buenos Aires en Invasión (la película de Paul Verhoeven, basada en la novela de Robert A. Heinlein). Ni los muertos vivos ni los insectos espaciales incurren en el individualismo.
Aviso para los zombies lectores del NO: a este paso, van a perder la batalla. Acaso en esa posibilidad se hayan basado los productores de The Walking Dead al lanzar su concurso para fans que podría titularse “Vos también podés ser un muerto vivo”, cuyo ganador viajará a Los Angeles a convertirse en zombie y a participar como extra en un capítulo de la tercera temporada. A través del Facebook del canal Fox, fans de todo el mundo clasificados según “regiones televisivas” (ése ha de ser el criterio por el cual, en este caso, ‘Brasil’ es un área, y ‘América latina’ es otra distinta) compiten con el objeto de ser otro zombie a faenar en próximas entregas de la serie. Que a esta altura es un éxito mundial, y que hasta tiene su propio juicio en marcha entre los co-creadores del comic original, Michael Anthony Moore y Robert Kirkman, en lo que resulta casi un Spinal Tap de los hits televisivos.
No es raro que los villanos del cine o la TV, a fuerza de carisma, personalidad, look o ingenio, terminen resultando más atractivos que los héroes. Aunque Boba Fett, Drácula o el Guasón parecían tener más onda que un NN con tejidos putrefactos que gime en pos de lastrarse vivo a un granjero.
1 comentario:
Yo me anoto!
Aca de paso les dejo una breve reseña hecha por mí.
Saludos!
http://malditocerrado.blogspot.com/2012/03/cadaveres-caminantes-vs-vivos-asentados.html
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