14 ago 2009

Hellboy: de grandes cuernos a pequeñas palabras. Parte I


Hellboy: de grandes cuernos a pequeñas palabras.
Parte I

por Leonardo Scarano.

Introducción.

Uno de los pilares argumentales en donde se asientan los acontecimientos de Hellboy es el ocultismo nazi. Pues bien, intentemos comprender un poco la historia para luego comprender la historieta.

Desde el final de la segunda guerra mundial, que los diversos experimentos nazis (los cuales en su momento parecieron secretos, pero cada vez queda mas en claro que no es tan cierta dicha afirmación) son objeto de investigación y estudio para comprender, básicamente, los motivos que llevaron al régimen a esas practicas.

Mike Mignola en su primera miniserie de Hellboy utiliza la magia y la experimentación mística para narrar los sucesos fundamentales de su historia: La aparición de un misterioso hechicero, amante de las artes ocultas, dominador de poderes inextricables para los hombres y supremos en la osadía de conquistar el mundo, quien intenta de cierta forma aportar sus conocimientos para la causa nazi.
Entonces… ¿puede entenderse esto como una simple fabula creada por Mignola para aportarle una cuota de coherencia a su historia?

En realidad no, porque los nazis eran seguidores de este tipo de prácticas, de hecho muchos miembros del partido y colaboradores de Hitler formaban parte de organizaciones sectarias relacionadas con la magia negra o el satanismo.Justamente uno de los primeros mentores y protectores de un novedoso talento político (o al menos así se lo juzgaba a priori) como era Hitler, fue Dietrich Eckart.

Para cuando conoció a Hitler, Dietrich Eckart, era reconocido en Alemania como “poeta, escritor e historiador de talento, y amante de los chistes ingeniosos”, pero muchos ignoraban que en realidad pronto seria famoso por ser “un satanista entregado, adepto supremo a las artes y los rituales de magia negra y la figura central de un poderoso y muy extendido círculo de ocultista, la sociedad Thule”.
El principal interés de la sociedad Thule fue una reivindicación sistemática sobre los orígenes de la
raza aria, basándose en viejos preceptos paganos y místicos donde se describían a ellos mismos como la raza suprema y definitiva.
No obstante, la mayoría de los seguidores de la sociedad Thule estaban bastante poco interesados en sus teorías ocultistas y estrategias místicas, pero mucho más en el
racismo y en la persecución de judíos y comunistas.
Es importante destacar que la simbología de esta sociedad fue luego adoptada por el nazismo por los significados místicos y sectarios que estos poseían.


Cuando Eckart comienza a formalizar una relación estrecha con Hitler, advierte su magnifica oratoria y sus cualidades innatas de líder. Una excéntrica combinación de odio, racismo, resentimiento, y locura incipiente lo convertían en un candidato ideal para la sociedad Thule y sus propósitos. Es el inicio de una carrera sin retorno de la maldad: “El círculo interior de la sociedad Thule se componía exclusivamente de satanistas practicantes absolutos de la magia negra. Es decir, tan solo se ocupaban de elevar sus conciencias mediante rituales hasta una percepción de inteligencias malvadas y no humanas en el universo, así como encontrar un medio de comunicación con estas inteligencias”.Una definición que se diversifica, desarrolla y converge de manera sublime en los orígenes de Hellboy.

Las diversas prácticas sobrenaturales adoptadas por el régimen y sus sequitos fueron, por largo tiempo, un secreto a voces. Muy pocos osaban comentar este tipo de ceremonias, mas aun los que no creían en ellas o que estaban en contra pero que las practicaban para esconder otros fines, como ser la formación de sectas para la desaparición de judíos que luego eran utilizados en experimentos en nombre de la ciencia.

La sociedad Thule fue uno de los tantos cimientos de maldad y oscuridad que encierran al régimen alemán de mediados de siglo, y que no solo se asemeja a lo que Mignola intenta mostrarnos en toda la saga de Hellboy, sino que forma parte de las tradiciones emblemáticas que han forjado las sociedades desde el principio de los tiempos.


La historia de la historieta.


La primer miniserie publicada de Hellboy fue “Semilla de destrucción” en 1994 y consta de cuatro números.

Ahora, si bien esta es la primera historia que se cataloga como “oficial” del personaje -ya que la preceden dos especiales para convenciones de comics- es un error calificarla como la primera aparición de Hellboy en el mundillo historietístico.

El origen (entiéndase origen, no como el origen fantástico que se cuenta dentro de la historieta, sino como el origen del personaje en si) de Hellboy data de la mundialmente famosa convención de comics de San Diego, “San Diego Comic-Con” de 1991, para la cual Mike Mignola realizaría una serie de ilustraciones para uno de sus catálogos.
Es en una de ellas, en un peculiar boceto casi al azar, donde se gestaría un soberbio y a la vez extraño demonio con una mano derecha de difícil explicación, pues si bien todavía no era de piedra ya denotaba rasgos que la diferenciaban del resto del cuerpo. Como comenta el propio autor en uno de los prólogos de la historieta: “Antes de entregar el dibujo se me ocurrió ponerle “Hell-Boy” en el cinturón, el nombre me resulto cómico y a partir de allí el personaje comenzó a cobrar vida en mi cabeza”.


Primer Hellboy (1991)
Imagen de la convención San Diego

Sin lugar a dudas que el personaje no solo comenzó a cobrar vida en la mente de Mignola, sino también en papel.
La mutación que sufriría Hellboy seria extraordinaria con respecto a aquella primera ilustración que fuera esbozada para la Comic-Con, en donde se nos muestra a un demonio de apariencia tosca y salvaje con grandes cuernos, alas, y una maza con sencillas intenciones de ser un arma. Pasando luego por una figura más escultural, donde la mano derecha ya estaba casi desarrollada por completo, y con un rostro no tan grotesco y bestial ya sin los cuernos (o mas bien. como se cuenta en la historieta, con los cuernos limados por Hellboy para dejar atrás su esencia infernal) optando por una estética mas humana, hasta desencadenar en el personaje que conocemos hoy en día.


Segundo dibujo de Hellboy
Aqui, Mignola tenia planificada
la historita como aventuras de grupo.

En 1993 los autores Arthur Adams y John Byrne se contactan con Mignola para proponerle formar parte del sello, que junto a Frank Miller, habían creado para Dark Horse: Legend.
Para ello, Mignola debía presentar un nuevo personaje que se ajustara a las tendencias y estilos del sello, el cual intentaba profundizar en historias poco convencionales, de autor, apartadas de los cánones comerciales que dominaban por aquel entonces y que limitaban (con restricciones de los editores de turno) a los autores de toda lucidez y desarrollo creativo.
Una oportunidad impensada y extraordinaria para explotar aquella idea infernal que se venia desarrollando en su cabeza desde la convención de San Diego.


Hellboy Definitivo.

Así, tiempo mas tarde, nacería “Semilla de destrucción” que contaría con la colaboración en los diálogos de John Byrne.
Hellboy estaba pronto a narrarnos su historia en viñetas…


La historia dentro de la historieta.

Hellboy puede encuadrarse tranquilamente dentro de los géneros de ciencia ficción y terror gótico.
Una obra en donde convergen el legado de HP Lovecraft, el nazismo en su decadencia, el folklore y las leyendas de los pueblos europeos, la mitología y su sinfín de criaturas sobrenaturales, las organizaciones secretas (al mejor estilo post guerra fría), la historia presentando a sus personajes mas destacados, la ciencia en su faceta oscura, la eterna lucha entre le bien y el mal; junto al magnifico trazo de un Mike Mignola en su máximo esplendor, quien logra conjugar todo esto en un dibujo.

Sobre el final de la segunda guerra mundial, un hechicero (esta es quizás la definición menos exacta, pero a su vez más acertada para el personaje) llamado Rasputin le promete a Hitler un “milagro”: un arma que podría revertir el curso de la historia y asegurar la victoria del Reich.
Esto consistía en transportar a la tierra un poder demoniaco procedente de algún confín oscuro del averno. El experimento es llamado “Ragnarok”, que es el apocalipsis de la mitología nórdica.
No obstante, para sorpresa de los nazis algo inexplicable sale mal, pues aparentemente los conjuros para invocar ese poder tan ansiado y misterioso no dieron el resultado esperado.
Aunque hay que tomar el “aparentemente” lo más literal posible, porque si bien los nazis no obtuvieron el milagro que le aseguraría la victoria en la guerra al eje, algo cruzo los planos dimensionales y llego a nuestro lado: un niño.
Pero no un niño cualquiera, un niño con cuernos, colorado, con cola y una extraña mano de piedra. Un niño del infierno, quien fue adoptado y bautizado como “Hellboy” por Trevor Buttenholm, un científico de los aliados que junto a otros expertos y un par de soldados buscaban impedir el experimento nazi.

En 1952 la ONU le concede a Hellboy el status de humano honorario y comienza a trabajar en la Agencia de Defensa e Investigación de lo Paranormal (ADIP, en ingles BPRD) donde logra convertirse en uno de sus mejores investigadores, trabajando junto a sus compañeros Abraham “Abe” Sapien (un humanoide acuático encontrado en una pecera con la inscripción: “Ichtyo Sapiens, 14 de Abril de 1865” el día que murió Abraham Lincoln) y Elizabeth “Liz” Sherman (piroquinética, con la habilidad de explotar en fuego).

Hellboy tiene más de 50 años, pero sus actos y su carácter serán siempre los de un adolescente impulsivo e irresponsable. Solucionando los problemas con golpes de su mano de piedra.

A través de los años, ira recolectando infinidad de amuletos que lo ayudaran en las diferentes aventuras en las que participe, así como ira descubriendo las diversas pistas de su origen y de su misión en la tierra.
Recordemos que no deja de ser un demonio que fue invocado para causar el apocalipsis, que desconoce el poder de su mano derecha (la llave del destino) y si en algún momento su naturaleza demoníaca lo dominara para terminar el trabajo que se iniciase aquel día en la segunda guerra mundial.



Continuará...